Por: Rumbo Neuquino

El boxeo, a pesar de ser un deporte de contacto, ofrece una propuesta que ayuda a los jóvenes a vincularse con la actividad física y a desarrollar seguridad personal.

Miguel "Chuqui" Villegas, histórico y reconocido boxeador profesional del Norte Neuquino, abrió las puertas de su espacio, logrado con esfuerzo y trabajo voluntario, para personas de todas las edades en Chos Malal. Durante el encuentro, destacó la importancia de reunirse y prepararse deportivamente para estar a la altura de otras localidades con más tiempo y apoyo.

Por su parte, Ángel Cardenas entrenador de Tricao Malal y árbitro profesional de boxeo, habló con los jóvenes, subrayando que estos encuentros son para formar amistades, cuidarse y prepararse poco a poco.

Desde Aluminé, su entrenador Mariño Viñas resaltó la importancia de encontrarse y de haber recorrido varios kilómetros para estar en el cuadrilátero chosmalense.

Antes del evento deportivo, los tres entrenadores se reunieron con el Subsecretario de Deportes de la localidad, Gustavo Vazcuñán, para plantearle algunas necesidades y proyecciones que refuerzan los sueños de la juventud y las familias que los apoyan.

 

Rumbo Neuquino pudo dialogar con el Subsecretario quien destacó el evento y las categorías, subrayando la importancia de estos encuentros para fomentar la práctica del boxeo, un deporte que promueve tanto la salud como la contención. "Tenemos muy claro que queremos diversificar las prácticas deportivas", comentó. "Ya lo hicimos con el taekwondo y el kickboxing. Con el boxeo tenemos una deuda pendiente y queremos acompañar su desarrollo".

Vazcuñán enfatizó que el boxeo es un estilo de vida que requiere los cuidados pertinentes. "Aquí entrenamos con protector bucal, inguinal, cabezal y guantes adecuados", añadió. "Queremos ofrecer una variedad de deportes y combatir el sedentarismo".

Luego, las rondas de guanteos se desplegaron bajo la mirada atenta de un árbitro profesional, quien con precisión vigilaba la danza de los golpes y la importancia de los saludos antes y después de cada combate.

La tarde se impregnó de un aire de camaradería y confianza, uniendo las almas de tres localidades. Más allá de eso, se tejió la posibilidad de un gran evento deportivo, acercando a nuestros jóvenes a la nobleza del boxeo y ofreciéndoles una luz en medio del torbellino tecnológico que a menudo oscurece su horizonte.

 

Chuqui sueña con un apoyo que crezca día a día. Poco a poco, lo está logrando; su travesía en los cuadriláteros le ha enseñado que nada en la vida es fácil, y que todo se alcanza con firmeza en el entrenamiento y sacrificios del corazón.